En este lugar funcionó lo que se convirtió en un verdadero campo de exterminio.

Sus propietarios eran y siguen siéndolo, miembros de la familia Amelong, los que increíblemente nunca comparecieron en las causas para rendir cuentas por un hecho aberrante: tener en su propia casa un centro de asesinato y desaparición de personas.

Uno de los integrantes de esta familia es JUAN DANIEL AMELONG (alias “Teniente Daniel”, alias “El Flaco” y otros nombres “operativos”), notorio genocida que actuó en la Quinta de Funes (Funes), Fabricaciones Militares “Domingo Matheu” (Rosario), La Calamita (Grandero Baigorria), Batallón Ingenieros Anfibios de Santo Tomé; entre otros y además de su propio chalet.

La impunidad más escandalosa ampara a esta familia, la cual se desentiende sencillamente del tema como si lo único que hubiera hecho el “Teniente Daniel” hubiese sido “llevarse trabajo a casa”

Ante tamaña injusticia y para evitar el olvido más siniestro, señalizaremos la ruta desde kilómetros antes para indicar dónde está este patrimonio de la impunidad al cual marcaremos también claramente.