1º DE MAYO OBRERO Y SOCIALISTA
jueves, 28 de abril de 2016

Domingo a las 10 hs. Acto en Plaza Lopez

 

( Lugar en que, en que el 1º de Mayo de 1890, se realizara uno de los primeros cuatro actos en Argentina, junto a los de Buenos Aires, Bahía Blanca y Chivilcoy. )

 

 

Pellegrini y Laprida - Rosario

 

 

1º DE MAYO OBRERO Y SOCIALISTA

 

 

Una ofensiva patronal profunda no puede menos que ser una extensa supresión de derechos obreros, en primer lugar, El derecho al trabajo [que] es el único derecho que tiene el obrero en una sociedad fundada sobre la explotación. Y eso está pasando. Masivamente está pasando.

 

Las leyes que favorecen a los trabajadores, en realidad son leyes que “regulan” el mercado en el que también se compra y se vende, como cualquier mercancía, la fuerza de trabajo.

 

Como esas regulaciones son reglas puestas por los capitalistas para cumplimiento de los capitalistas, los derechos que de esas leyes derivan, son por lo tanto, absolutamente expuestos a los vaivenes del sistema y cuando éste entra en una crisis tan grande y duradera como la que estamos atravesando, caen uno a uno y queda en pie el único “derecho”, es decir, el de ser explotado. No obstante se le quita ese derecho a cada instante, explica el Programa de Transición.

 

 

 

 

Es lo que se está profundizando ahora, porque, como hemos dicho en nuestro documento publicado en el Boletín Nº 15 de febrero/2016, el macrismo es la fase superior del kirchnerismo”.

No debemos los trabajadores embrollarnos con las discusiones tan repetidas en las que el kirchnerismo advierte sobre la pérdida de derechos y el macrismo sobre la pesada herencia, porque en verdad, aquel preparó la cuchilla afilada con que el actual elenco de gerentes macristas, pasa a degüello a ya cientos de miles de trabajadores. Entonces esto no es más que una discusión entre hienas y chacales sobre cómo repartirse el cuerpo de la presa.


El único provecho que podemos sacar de prestarles atención, es conocer más cabalmente la naturalea de las hienas y chacales, el desparpajo que lucen al mentir, luego de haber sumido en la miseria a millones de seres.

 

De consecuencia de ello, dos temas presiden el congreso de preocupaciones que atenazan la cabeza de los trabajadores: la carestía de la vida y la desocupación.

 

Con todas, pero absolutamente todas las paritarias cerradas a la baja por la burocracia sindical (salvo unas pocas y honrosas excepciones como Aceiteros, por ejemplo) la carestía jaquea la capacidad de comprar los medios de vida necesarios y básicos, haciendo que el salario real caiga y caiga día a día. Y debemos decirlo, jaquea también a los convenios que lograron un porcentaje aunque sea mínimamente sostenedor de las condiciones de vida, es decir, que ya golpea sobre las honrosas excepciones.

 

El desempleo es la liquidación de toda posibilidad, porque estamos convencidos que ninguna ley puede detener la ola de despidos, que resulta utópico pensar que si no han respetado lo existente habrán de atenerse a condiciones más exigentes en medio de esta reducción de costos que aparece como obligatoria para mantener los avariciosos márgenes de ganancia que tuvieron, aún tienen y pretenden multiplicar.

 

En esta materia, la realidad ha demostrado -particularmente desde las nunca derogadas leyes de flexibilización laboral, es decir, las leyes de conchabo- que a la patronal nadie, en un Congreso patronal hasta el tuétano, le hace ley.

 

Seguimos sosteniendo -como lo decíamos en febrero- que no hay regla de protección a los trabajadores aplicables, que no sean alguna que otra sentencia judicial que repuso alguna vez a un trabajador en su puesto, simple antecedente de jurisprudencia que el Poder Judicial puede usar según su antojo. Pero ninguna Ley que limite la capacidad cesanteadora de la patronal. Está claro que contra esto no existe más que la resistencia confiada a las propias fuerzas de los trabajadores; la lucha inmediata, generalizada y profunda. Sabemos claramente que cualquier Ley que nos favorezca no es más que una autolimitación del Estado conquistada por nuestra lucha, y que aún existiendo, sólo la lucha logra su aplicación.

 

En tal sentido debemos advertir que no es el ámbito del Congreso -lleno de vericuetos reglamentarios, estatutarios y reglas de funcionamiento- el apropiado para la defensa de los intereses de los trabajadores, sino el terreno de la lucha en la calle y en cada lugar de trabajo, discutiendo por la fuerza contra el poder de la barbarie capitalista sobre cada palmo de su propiedad, incluso la pública, que también les pertenece como está establecido en el famoso Protocolo antiprotesta de Bulrich.

 

Es que el enorme aparato de propaganda burguesa, que incluye la prensa patronal por progresista que parezca, transforma las discusiones mediante una pantalla de televisión o la plana de un diario, en un menú de opciones, todas ellas sostenidas por algún sector de la burguesía, entre las cuales se supone que debemos apoyar alguna. Un conjunto de ilusiones que exigen apostar a algún sector explotador que parezca el más bueno.

 

Eso no es una salida, sino una recaída. Después de siglos de ciclos entre lo que parezca más bueno y los peores explotadores, es preciso que la clase obrera recupere la posición que naturalmente exige la sociedad dividida entre explotados y explotadores: esto no se arregla sin la liquidación del sistema capitalista y la instauración del Socialismo.

 

Y los preocupados por el mientras tanto deberán comprender también que cada paso en ese mientras..., no debe concluir en la aceptación del sistema capitalista, en una ratificación de que podemos controlarlo, abuenarlo, humanizarlo, sino que lo único importante a tener en cuenta es que Se trata de preservar al proletariado de la decadencia, de la desmoralización y de la ruina. Se trata de la vida y de la muerte de la única clase creadora y progresiva y, por eso mismo, del porvenir de la humanidad. Si el capitalismo es incapaz de satisfacer las reivindicaciones que surgen infaliblemente de los males por él mismo engendrados, no le queda otra que morir.

 

En ese sentido el único planteo hacia la contienda final contra los explotadores es el reparto de la horas de trabajo existentes, con la reducción de las jornadas sin reducir el salario y que a éste sea de arranque el mínimo vital, o sea, la llamada en la práctica canasta familiar, con el expreso cuidado de mantenerlo actualizado de acuerdo al aumento de la carestía de la vida.

 

Los abogados de los capitalistas dirán, acompañados de un coro reformistas, que esto es una utopía y pondrán ante nosotros un sinnúmero de argumentos sacados de sus bolsillos, que es donde siempre sacan argumentos pero ni un cobre de lo que consideran sus justas ganancias.

 

Pero no es así. Utópico es pensar, en primer lugar, que por ejemplo, harán una ley que prohíba los despidos, y en segundo lugar, que la cumplirán.

 

Y no decimos que proponernos la ESCALA MOVIL DE LOS SALARIOS Y ESCALA MOVIL DE LAS HORAS DE TRABAJO es algo realizable con la aprobación parlamentaria burguesa, sino que requiere mucha lucha, sin cuartel, confiando en nosotros y en la organización que construyamos y seguramente una gran cuota de sacrificios de parte de nuestra clase. Los trabajadores conscientes deben estar dispuestos a ello y deben disponer a cada vez más hermanos de clase para batallar por ello, para organizar sus fuerzas, para hacer de las necesidades conciencia y disposición al combate.

 

Claro está que grandes sacrificios se requieren para este objetivo transicional, de simple reclamo en orden a preservar de la descomposición a la única fuerza humana capaz de cambiarlo todo para alumbrar un futuro pleno.

 

Tengamos conciencia de que esto sí que no es utopía, por duro que parezca y mucho que nos cueste, como sí lo es creer que por mecanismos del sistema representativo burgués podremos cambiar algo y soñar que ese algo sea duradero, o más que eso, definitivo, porque como reza el Manifiesto Comunista A veces los obreros triunfan; pero es un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas es menos el éxito inmediato que la solidaridad aumentada de los trabajadores.

 

Sobre esta solidaridad debemos cimentar una organización para el combate a fondo contra el capitalismo y la instauración del poder obrero y el Socialismo.

 

 

VIVA LA LUCHA OBRERA!

 

GLORIA A NUESTROS CAÍDOS!

 

HASTA EL SOCIALISMO!

 

 

 

PLENARIO OBRERO Y POPULAR – P.O.P.

 

UNIDAD ANTIRREPRESIVA por los DERECHOS HUMANOS – UADH Rosario

 

TENDENCIA MARXISTA REVOLUCIONARIA

 

-------------------------------------------------------------------------------------

 

Ver: Declaración del POP ante el nuevo panorama – Febrero 2016 -