JE NE SUIS PAS PARIS
viernes, 20 de noviembre de 2015
Un pueblo que oprime a otro pueblo forja sus propias cadenas.
(C. Marx. Extracto de una comunicación confidencial. Marzo de 1870)


Es decir, yo no soy París.

En los últimos meses hemos publicado al menos dos artículos sobre la barbarie de los Aliados yanquis y europeos frente a los países árabes en general, el rechazo violento de desplazados sirios.
A saber:

lunes, 14 de septiembre de 2015
EL NIÑO Y EL MAR: LA BESTIALIDAD
IMPERIALISTA SÓLO SE COMPARA CON LA PERVERSIDAD DE QUIENES SE
ARRASTRAN A SU SERVICIO


lunes, 28 de septiembre de 2015 -.
FRANCIA INICIÓ LOS
BOMBARDEOS A SIRIA


En ellos hemos denunciado la actitud de los colonialistas que aún hoy lo siguen siendo y entre ellos Francia, con respecto a los aborígenes de sus dominios o ex dominios coloniales y por supuesto, hoy sometidos al imperialismo que esos mismos países encarnan.

Demás estaría repetir los calificativos de los títulos que pusimos, aunque no está demás repasar los mismos porque nos hacemos cargo de que todo lo que hoy se endilga a los autores del ataque en París, lo hemos dicho meses antes precisamente respecto del imperialismo europeo y especialmente, los de los franceses.

Sería propio de una grave inconsecuencia que viráramos hacia una condolencia sin distingos porque una acción que es prácticamente insignificante comparada con los crímenes de Francia, que conmueve a impulso de la alienación, nos sobrecogiera.

Cuando dijimos que LA BESTIALIDAD IMPERIALISTA SÓLO SE COMPARA CON LA PERVERSIDAD DE QUIENES SE ARRASTRAN A SU SERVICIO, por supuesto que acusábamos a Francia de ser la vanguardia momentánea en la tarea de masacrar en Siria y denunciamos claramente lo que todos sabían pero pocos tomaban en cuenta, como esta noticia:


EL MUNDO › LA APUESTA MILITAR CONTRA LOS JIHADISTAS ES TAN ARRIESGADA COMO INCIERTA

Francia prepara bombardeos en Siria


El objetivo del gobierno de Hollande parece triple: debilitar el Estado Islámico, derrocar al presidente Al Assad y frenar las matanzas y el éxodo de la población civil. La crisis migratoria reconfiguró la posición francesa.

O sea: ese 14 de septiembre, cuando publicamos El niño y el mar... ya estaba en marcha la maquinaria de exterminio francesa y expuesta por la nota citada el 8 de septiembre.

Es por ello que nos invade la repugnancia cuando el Socialista Hollande, los Estados imperialistas, la prensa burguesa, los interesados de derecha y los borregos progres quieren presentar como que la maquinaria de muerte francesa responde al ataque habido la semana pasada. Un ataque que, es preciso reiterarlo, es de una dimensión irrisoria comparada con los ataques de Francia a los pueblos de Medio Oriente, en los cuales los franceses matan a todo el mundo, sean o no sean de tal o cual organización.

¿Francia dejó de ser la bestialidad desde entonces hasta ahora?. Todo lo contrario. El 28 de septiembre publicamos que FRANCIA INICIÓ LOS BOMBARDEOS A SIRIA.

Es decir, que confirmaron, reafirmaron, ejercieron su bestialidad.

Estas confirmaciones de lo que preveíamos, es la dura realidad y debemos insistir obsecadamente en ello, porque en la maraña de Tratados, Convenciones y demás instrumentaciones de los Derechos Humanos, Francia ocupa una especie de pedestal del origen y difusión de los mismos. Decíamos entonces:

Hungría amenaza con dejar de ser gendarme de la puerta de entrada y dejar que los desplazados se diseminen por los países como Alemania. Ésta, por ser la más inminentemente amenazada por los ingresos, ha reavivado la fibra íntima...pero del nazismo, que la gran burguesía ha sabido conservar para consumo de una población más dispuesta a hacer causa común con la clase dominante que con cualquiera hombre “del mundo que quiera habitar suelo” alemán. Una antítesis del Preámbulo de la Constitución argentina, por no ir más lejos.

Lo habíamos previsto también cuando atribuían al mar lo que con el mar mediante hacen los imperialistas, que nada es ni tan chico ni tan grande como para que no lo usen para sus masacres:
 
la foto del niño muerto que tanto anda, es la rúbrica del imperialismo para su decisión demasacrar en Siria.

Y decíamos entonces con absoluta claridad: ...han decidido solucionar el tema de los emigrados matándolos antes que emigren. Y listo.

Ante esto, no nos resulta asombroso, que no hubiese una reacción masiva por esta decisión francesa de masacrar sirios, como las masivas que hoy se dan en tantos países que se duelen -suscribiendo con sus lágrimas la guerra de Hollande- por las acciones en París.

Felizmente no hubo masividades -ni mucho menos- en Argentina, ni en general en los países de América Latina (ver foto del frente de la Embajada en diario Perfil, registrando que hubo por lo menos seis Argentinos se solidarizan con Francia por los atentados en París y un perrito) aunque en las grandes capitales de las Metrópolis se registren muestras de intenso dolor -al menos a nivel de la histeria desatada por los virus mediáticos burgueses- y ningún dolor por los miles de muertos por los bombardeos imperialistas franceses. De ellos no se toma nota sino como entretenimiento para estar informado, para estar al día, como si consumir la mentira de la prensa burguesa y particularmente imperialista, fuese el súmmum de la calidad humana.
 

 
Efectivamente, hemos dedicado nuestros dos anteriores escritos a la denuncia de esta barbarie made in france porque de allí, como de los otros países imperialistas, nace la barbarie actual.
De ninguna otra parte. Incluso el Estado Islámico con el cual dice Hollande estar en guerra y para la cual se aprestan los franceses dispuestos a entregar su sangre, sus derechos, su libertad; ese Estado Islámico; fue facturado en las fábricas imperialistas, hechos a medida de sus intereses y ahora recortado a bombazos a la medida de sus intereses.

Los parisinos no parecieran entender de qué se trata. Han consentido que se lleve la guerra a casa por medio del aplauso a la política de los Aliados imperialistas y ahora que la guerra está en casa, lloran y lloran. No está mal. Alguna vez Un pueblo que oprime a otro pueblo [y] forja sus propias cadenas, debe llorar. Y no solamente alguna vez, sino tantas veces como sea necesario en el camino de la liberación de los pueblos cuya opresión disfrutan. Es el precio de no alzarse contra el dominio de la gran burguesía imperialista.

Deberían incluso llorar la perdida oportunidad que el proletariado creó con sus propios brazos y pagó en la caída con sus propia sangre: la Comuna de París. Deberían tener más en cuenta que el Sumo Verdugo y primer Presidente de la Tercera República, Thiers, ese enano monstruoso, tuvo fascinada durante casi medio siglo a la burguesía francesa por ser él la expresión intelectual más acabada de su propia corrupción como clase. Ya antes de hacerse estadista había revelado su talento para la mentira como historiador. La crónica de su vida pública es la historia de las desdichas de Francia. (La Guerra Civil en Francia - Manifiesto del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores – 1871).

Y que esa Tercera República -por paradójico que parezca- ha sido la que después de masacrar a los revolucionarios de la Comuna, se dedicó y logró desarrollar el colonialismo francés en un grado tal como nunca había alcanzado Francia. Lo expone amargamente -ya en la actual Cuarta República- el poeta Jaques Prêvert en su Intento de descripción de una cena de Mascarones en París de Francia - Palabras - Jacques Prévert – http://www.taringa.net/posts/arte/15840512/Palabras---Jacques-Prevert.html, un verdadero manifiesto sobre la sociedad capitalista francesa, en la que recuerda a los parisinos “la muchacha que como recuerdo moja la contera de su sombrilla en la sangre...” que no era otra que la sangre derramada de los obreros parisinos corriendo por los paseos de París.

No nos engañamos respecto a lo que es ese dolor. París proporcionó los esbirros necesarios para someter extensas colonias en que vivían árabes durante años y luego, y a pesar de pasar por las durísimas enseñanzas que les proporcionaron los invasores nazis, continuó forjando sus cadenas. (Pese a que a fuerza de gastar Repúblicas pareciera que la sociedad francesa encarna una especie de revolución republicana permanente en nombre de la libertad, igualdad, fraternidad.).

Por no restringir la siniestra talla de los imperialismos, dejemos por un momento la referencia a Siria, cuyo nacimiento como Estado está ligado a la decisión del imperialismo de crear países conforme sus conveniencias y Francia tuvo tanta parte en ello, como que era detentadora de un mandato sobre el territorio en que hoy se extiende Siria. Mandato significaba ocupación, saqueo y masacre. Tomemos otros ejemplos de la entraña francesa.
 
Argelia es un ejemplo. Miraban a Argelia como simple fuente de recursos mediante los cuales las clases dominantes podían llenar su copa hasta desbordarlas y que llegara algo a sus tazas.

Hubo en París los que caracterizaban al Frente de Liberación Nacional de Argelia como una organización de infrahumanos y los académicos parisinos sentenciaron que los argelinos eran naturalmente inferiores, infrahumanos y como tales había que tratarlos para que vivieran correctamente su semi animalidad.

Pero largo sería enumerar el recorrido colonialista e imperialista francés, que aún hoy tiene colonias a las cuales -para no dejar mal el llamado proceso de descolonización de ese Super Ministerio de Colonias que es la ONU- han convertido en territorios de ultramar, un eufemismo burlesco.

Las tiene en América Latina. Martinica, Guadalupe, San Bartolomé, San Martín. Los que atienden a la cuantía de estos pequeños territorios más que la enormidad del abuso colonialista que expresan, seguramente despreciarán el dato. Es posible que para este tipo de gente, la existencia de las Falklands no represente una apropiación por parte del imperialismo inglés de ciertas islas llamadas Malvinas, sino una iniciativa civilizatoria destinada a poner en valor un páramo maltratado por los aborígenes, extendiendo el progreso a todo el orbe y etc. etc.- Cabe decir que no es la cuantía de un territorio sometido, no es el acrecentamiento o disminución de los mismos lo que caracteriza a las fieras del mundo, sino su angurria expresada en cada bocado que logran tragarse, y esa angurria no tiene más límites que la resistencia de los pueblos. Puede hablarse de mayor o menor influencia mundial en proporción a territorios ganados o perdidos por un país imperialista a manos de otro, de una resistencia nacional o de la revolución social, pero eso ni desdice ni disminuye la magnitud de su naturaleza depredadora.

Podemos sintetizar lo que pensamos de Francia y los franceses que hoy lloran atados a sus propias cadenas, con las palabras del Che
 

La bestialidad imperialista, bestialidad que no tiene una frontera determinada, ni pertenece a un país determinado. Bestias fueron las hordas hitleristas, como bestias son los norteamericanos hoy, como bestias son los paracaidistas belgas, como bestias fueron los imperialistas franceses en Argelia”.

Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que la convierte en fiera sedienta de sangre, que están dispuestas a degollar, asesinar; a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad”.

(Discurso pronunciado el 30 de noviembre de 1964, en ocasión de conmemorarse el 6to aniversario del levantamiento de Santiago de Cuba.)


Es altamente probable que ante estas palabras debamos aclarar que para nosotros el Estado Islámico no se equipara a una fuerza liberadora ni mucho menos, y con mayor razón si tenemos en cuenta lo dicho más arriba: ese Estado Islámico, fue facturado en las fábricas imperialistas, hechos a medida de sus intereses y ahora recortado a bombazos a la medida de sus intereses.

Pero lo cierto es que a los franceses les importa un comino si se trata de tal o cual régimen cuando de lo que se trata es de someter al mundo a precisas reglas de saqueo, ante las cuales caen categorías de cualquier tipo. Enemigos de ayer, aliados del futuro, simpatizantes históricos y enemigos de siempre, son puestos bajo la mira según el devenir de los intereses cada vez más apremiantes de un sistema en crisis permanente y que por lo tanto aumenta su voracidad, única manera de mantenerse a flote.

Por ello, como dice la nota periodística citada al principio, Francia tiene objetivos múltiples en su iniciativa para masacrar al pueblo sirio, y todos ellos son igualmente favorables a sus intereses imperialistas. Y más aún, puede cambiarlos repentinamente si las sumas en juego se pueden ganar de alguna otra manera.

Todo lo demás que se diga de los ideales franceses, son pura farsa.

Por estas mínimas consideraciones que no alcanzan ni mínimamente a exponer lo que son siglos de bestialidad francesa, reiteramos



Es decir, yo no soy París.