Hoy, una vez más, la realidad nos empuja a abordar el tema del gatillo fácil. Decimos esto, porque días atrás la policía más asesina del país fusiló por la espalda a Lucas Rotella de 19 años cuando intentaba eludir un control policial por no llevar el casco puesto. El cabo de la bonaerense que le disparó argumentó en su defensa, que no sabía que las balas eran de plomo, esta tan absurda como inadmisible defensa habia sido utilizada dias atrás para justificar con el error los asesinatos en León Suarez.

Pero deteniendonos un momento a analizar el hecho, advertimos que la represión K avanza y lo hace de la mano de la impunidad: a los ya conocidos métodos de matar pibes pobres por el solo hecho de serlo, de reprimir manifestaciones populares de quienes se resisten a la miseria a la que son arrojados, debemos sumarle la facultad deliberada de matar por la comisión del grave delito de no llevar casco protector al conducir una motocicleta.
Esta abierta cacerí a, se da dentro del dictamen de ultimátum del que padecen dentro del capitalismo los sectores populares. De elevar los niveles de organización y lucha va a depender siempre poder frenar estos avances.
Porque sabemos que el crimen organizado contra el pueblo descansa sobre el apañamiento que las instituciones del sistema le brindan, o sea, es legitimado por las complejas redes que se tejen para violar y quebrar derechos arbitrariamente.
La impunidad se ve reflejada, por mencionar un caso, en los asesinatos cometidos en Bariloche en junio del año pasado. Impunidad que despertó la justificada bronca y  llevó a la quema de una comisaría días atrás, cuando en una nueva manifestación se reclamó el esclarecimiento de los casos.
Respecto a este ultimo La Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche y los Familiares de las Víctimas de junio de 2010 sentaron su posición en un comunicado, del cual reproducimos el siguiente extracto:    
"no aceptaremos jamás analizar hechos aislados, mucho  o menos comparar el daño a un edificio con el daño irreparable de las vidas segadas por las balas de la policía de Río Negro. Desde la ejecución por un balazo de Diego Bonefoi la madrugada del 17 de junio pasado, no hubo un solo día en que la policía de RN -especialmente su cuerpo especial BORA-, no golpeó o torturó o humilló o persiguió sin causa. A la vez, no hubo un solo  día en que los mandos políticos de la policía no hayan provocado ni presionado o burlado los lentos pasos de la justicia ordinaria en las causas penales".    
Para cerrar y como ya lo hemos expresado en otras emisiones, el principal responsable, aunque no el único, de todas estas violaciones es el autoproclamado  gobierno de los DDHH. Esta afirmación surge de la realidad material y concreta. Bajo la administración de los Kirchner 1.634 personas fueron asesinadas a manos de las fuerzas represivas, esta cifra es mas de la mitad de los casos registrados desde la vuelta a la democracia en 1983.
Deducimos la terrible estadística de que en ocho años al mando de las fuerzas armadas y de seguridad el gobierno K asesinó más  personas de lo que todos sus antecesores de mismo acervo represivo lograron a lo largo de 20 años.