20 de Diciembre: UN DIA MUY PARTICULAR |
miércoles, 22 de diciembre de 2010 | |||
Como una burla a los caídos en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, aquellos que se quedaron todos, los que aprovecharon la sangre como vampiros y se encaramaron inmediata o posteriormente en el Gobierno, organizaron sus respectivas proclamas de la más dura derecha. 20 DE DICIEMBRE: UN DÍA MUY PARTICULAR. El día venía pesado, caluroso, como en aquel del 2001. Pero a medida que transcurría se fue poniendo más pesado aún. Desde Duhalde, que en un rictus vengativo lanzó su candidatura precisamente en medio de la conmemoración, hasta Macri, que invitó a los “vecinos” de Lugano para reafirmar su política de asaltar a los ocupantes de un baldío que se hace llamar club, después de la desocupación de un enorme baldío que se hace llamar parque, todo fue una letanía pro represiva hasta el hartazgo. Pero a todo esto, la ubicada en la cresta de la ola represiva, estaba pasando revista a las tropas de ocupación que desde ahora asolarán el conurbano bonaerense: Cristina Fernández de Kirchner, apoyada en una formación representativa de los nada menos que 6000 efectivos de régimen militar que constituyen la Gendarmería, proclamaba sus conceptos blumberistas sin ruborizarse. Sus tesis se fueron desgranando con la simplicidad brutal de la lógica de una mujer de las cavernas. De estas afirmaciones, lo que sale aplastado por 6000 pares de borceguíes es lo que llama esta rica especuladora en bienes inmobiliarios, la cuestión social. De esto se ha hablado tanto y es tan simple el asunto y tan burdo el planteo que hacen desde Blumberg a Cristina, que no se sabe si insistir en responder. Ellos, junto a cada Gobierno, organizan crímenes masivos, como el de los medicamentos truchos o nunca suministrados pero cobrados al Estado, como en el caso de Zanola y 50 gremios más y sus prepagas y el funcionario kirchnerista, nada menos que Superintendente de Salud de Cristina Kirchner, Héctor Capaccioli, que va por ya no sabemos cuántas indagatorias. Ellos solos cometieron más asesinatos por vía endovenosa u oral que toda una cuadrilla de lúmpenes de los 24 Partidos del conurbano bonaerense juntos. Entonces, se revela que la lógica es absurda. Es mentira que existan extremistas de la cuestión social y extremistas del crimen organizado como explicación. Lo que existe son posiciones de análisis social de las relaciones dentro de la sociedad de clases y beneficiarios del crimen organizado (como lo demostramos recién) que en nombre de suprimirlo azotan a todo el pueblo con la militarización de un territorio tan amplio. Y esto indica el peligro: como los negocios de la Policía, de la Gendarmería, de los partidos políticos patronales y demás gama de organizaciones para la dominación, no pueden ser tocados, le llamarán crimen organizado a todo lo que sea una organización de resistencia. Y no lo decimos por casualidad: las leyes de Blumberg fueron aprobadas por Kirchner así como la Ley Antiterrorista también. Cristina no está hablando de otra cosa: está poniendo de manifiesto públicamente con mayor amplitud, lo que se oculta con el artilugio de la Policía desarmada. Como si a la Policía necesitara ir armada. Con hacerse a un lado para que los parapoliciales de la burocracia sindical tiren tranquilos (como en Barracas matando a Mariano) les alcanza y les sobra. Con hacerle una zona liberada para que las patotas de los clubes tiren tranquilas (como en el Baldío Indoamericano, matando a tres sin techo) les alcanza y les sobra. Después aparecieron los canas y los gendarmes y armaron un campo de concentración donde no entraba ni agua para los ocupantes. Y dicho sea de paso lo que ya se conoce: los primeros en tirar sobre los sin techo fueron los canas de la Federal. “Considero el derecho a la seguridad un derecho de todos los ciudadanos, pero también sé que la seguridad se preserva en el marco de la Constitución y las leyes.”. Esto es una cuestión ya proclamada por todos los fachos que hablaron anteriormente y especialmente por la “compañera” Garré, hoy Ministra de Seguridad, que también señaló un par de días antes, con mayor precisión que “Somos garantistas y eso significa también que el derecho a la seguridad es un derecho que se les debe garantizar a todos los ciudadanos”. Pero ¿cuál es el famoso derecho a la seguridad del cuál hablan estas dos mujeres? Y acá viene la cosa: el derecho a la seguridad no es uno de los Derechos Humanos. Todo lo contrario: la seguridad que impone el Estado, está chocando permanentemente con los Derecho Humanos, es la negación de los mismos. Por eso el Pacto de San José de Costa Rica señala claramente:
Cuando la Ministra dice “Considero el derecho a la seguridad un derecho de todos los ciudadanos, pero también sé que la seguridad se preserva en el marco de la Constitución y las leyes.”, no hace más que reconocer que incurre en una contradicción. Pudo haber dicho: “considero que la seguridad debe ser impuesta por el Estado” “que es una facultad que tengo la de imponer persecuciones penales y policiales” “que puedo reprimir en interés de algún sector”, etc. Pero no: quieren hacerle tragar a todo el mundo que la seguridad es un derecho y no una cuestión de facultades del Estado que cuenta entre otras cosas con el monopolio de la utilización de la fuerza, algo que todos escuchamos estos días con exceso. Y una cosa son las facultades del Estado capitalista para poner el monopolio de la utilización de la fuerza armada contra aquellos a quienes considere sujeto a represión según se le cante, y la contraria es el derecho a la seguridad personal del listado de Derechos Humanos que se pueden esgrimir contra esa facultad de represión del Estado. ¿Es tan difícil entender esto?. O sea, los Pactos que todo el mundo declama pero no quieren cumplir, son tenidos en cuenta en algunas cosas. Ahora, cuando se trata de una cuestión que puede traer o llevarse votos, los mismos que han sostenido que el Estado es el único que puede violar Derechos Humanos, se vuelven vulgares fachos diciendo todo lo contrario, como en el caso del “derecho a la Seguridad”. La seguridad de Cristina de Kirchner y Nilda Garré son la negación de los Derechos Humanos. Y no es arriesgado injusto decir esto. Ellas hablan de lo que, en un artículo obviamente inteligente y consentido sale en Página/12 del 19 de Diciembre, titulado Los cinco puntos de Garré. En nuestro escaso ámbito de desempeño, en Rosario, tuvimos un documento del llamado Foro Regional Rosario que se tituló de esa manera, al cual enfrentamos con toda la amplitud de nuestro modesto alcance, multiplicado por la participación de muchas fuerzas políticas de izquierda, organizaciones sociales, estudiantiles y de trabajadores. Señalamos precisamente que tenía el cuño de los teóricos de las nuevas guerras contra los peligros internos, que para el caso, son los pobres, (ver Doc del Foro Regional Rosario “Seguridad Ciudadana”) y allí, la derecha más recalcitrante dibuja el concepto que hoy usan Cristina Kirchner y Nilda Garré. En pocas palabras definió su visión: ya había dicho que en una familia humilde como la de ella no se cometían delitos y que las chicas estudiaron en la Universidad (cosa impensable para una familia en la miseria como está el 30% de la población argentina, pero bueno, se trata de chicas excepcionales). Además, afirmó que esta no es la situación del 2003, cuando no había trabajo para nadie (como si se hubiese desterrado la desocupación) y abundó en que los que se quedaron afuera, no pueden organizarse sino bajo ciertas reglas. Precisó: En coincidencia con su antecedente de haber apoyado las hoy denostadas leyes Blumberg, realizó a renglón seguido un apriete para que los jueces sean más severos y no pierdan oportunidad de encarcelar. Y lo hizo con palabras calcadas del falso ingeniero: Estos 6000 patas negras, esta militarización, contribuirán al respaldo de la ofensiva presidencial. La escalada ya se inició. La doctrina Cristina de Kirchner está establecida. Hay 6000 esbirros de una fuerza netamente militar y partícipe esencial del genocidio lanzada a la calle. No han entregado ni una mísera casa a los que protestaron durante estos días, no hay ni un castigo por los pobres asesinados en Formosa o Soldati. Nada. Sólo esta foto. Y Cristina Blumberg lanzando el Operativo Centinela.
NO OLVIDAMOS - NO PERDONAMOS - NO NOS RECONCILIAMOS
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