DOCUMENTO DEL "ESCRACHE" AL GRAL CABANILLAS |
jueves, 10 de diciembre de 1998 | |
La desaparición de personas como método para suprimir a los opositores políticos, aparece en forma generalizada ya desde el año 1974, con lo que al llegar el golpe militar del 76, bastó poner en marcha el plan meticulosamente elaborado para hacerlo en forma masiva y sistemática. Lograr el terror como sostén del orden injusto era la primerísima prioridad de quienes gobernaron y sus colaboradores durante la Dictadura Militar. El General ibérico Saint Jean decía " empezaremos con los subversivos, seguiremos con la periferia, continuaremos con los tibios y terminaremos con los indiferentes", en una secuencia que se practicó hasta en mínimas instancias -como los presos por no pararse en los cines cuando se pasaba el himno nacional- siempre asociado a los uniformes de las fuerzas armadas asesinas. Estas y otras tantas del mismo tenor, eran las premisas conque se lanzaron sobre el pueblo. Los "subversivos" -a los cuales reivindicamos plenamente- estaban dotados de las mejores prendas que pueden lucirse en la humanidad: luchadores del campo popular, con claros, honestos y legítimos ideales que postulaban enfrentar la injusticia imperante y luchaban por una sociedad justa. Una de las peores formas de la desmemoria, es olvidar esto, reduciéndolos a víctimas inocuas .que nada nos legaron. Justamente en estos tiempos, en que la lucha por el salario , el trabajo la educación, la salud y la vivienda , contra la llamada "flexibilización laboral" y la superexplotación, son causa común y cotidiana, y sabiendo que es contra los mismos enemigos del pueblo, es preciso que nos hagamos carne que sigue siendo el mejor homenaje luchar por los intereses populares. Pero el plan de exterminio de la dictadura no era sólo para Argentina; otros países ya lo habían comenzado como parte de la criminal Doctrina de la Seguridad Nacional que uniformaba el criterio de las clases dominantes en Latinoamérica. Hijo dilecto de esta mala madre, fue el Plan Cóndor, cuya existencia estuvo siempre absolutamente probada pero que hoy llena millones de páginas en todo el mundo evidenciando hasta sus más mínimos detalles y poniendo a la orden del día asuntos pendientes como los de Pinochet. Dentro de este siniestro plan cóndor, unificador de las fuerzas represivas de Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Brasil, Paraguay y Argentina, los militares realizaron acuerdos operativos concretos. De la importancia operacional de "automotores Orletti", de la importancia funcional al Plan Cóndor del mismo, existen terribles pruebas. Campo de paso, exterminio, de secuestro y robo de niños, de tortura y de toda bajeza como las que han cometido los represores, son documentadas y han sido hace pocos días puestas de manifiesto durante el escrache realizado en ese lugar por H.I.J.O.S. de Buenos Aires y otras organizaciones en el barrio de Floresta. Nos toca a nosotros plantarnos frente a uno de sus agentes operativos y de mando, cuyo grado militar hoy ha crecido hasta el de General y Jefe del II Cuerpo de Ejército. Este individuo se sigue arrogando el derecho a invocar "el aniquilamiento del accionar terrorista " en la carta amenazante que envía al concejal Bereciartua, en la que además ha calcado de los tristemente celebres "comunicados", términos como "flagelo terrorista", " enfrentamiento no convencional", " excesos difíciles de controlar", etc. , etc.; todo para cuestionar la instalación del ya aprobado Museo de la Memoria en la ex-sede del II Cuerpo, en Moreno y Córdoba, verdadero centro del terror militar donde se decidió la muerte, tortura, saqueo y desaparición de miles de personas. Semana a semana llegan a nuestras mesas más y más datos sobre este personaje. Todo esta a disposición de las organizaciones populares para su difusión, su comprensión y su estudio. Es una contribución mínima a la memoria y un gesto mínimo de homenaje a nuestros caídos, a nuestros presos, a nuestros perseguidos. Seguramente, quienes continúan la tarea irrefrenable de salvar a la memoria del olvido y a la militancia de la rendición, sabrán sacar quizás mas provecho de estos trabajos y proyectar mejores tareas que las que esta comisión de escraches pudiera. De corazón esperamos que así suceda por el crecimiento de la voluntad popular y en beneficio de los intereses del pueblo. Pero algo hemos concluido en principio respecto al General Cabanillas, que todos podrán corroborar al correr la lectura de las carpetas; es de la misma piara que el hijo de Pinochet y caben en su boca las mismas palabras de aquel:" no se ejecutó a personas sino a bestias". Comisión de Escrache Rosario. |