MILITARIZAR LA POBREZA: Acerca de la policía Infantil |
lunes, 25 de octubre de 2010 | |
El aparato represivo no tiene nada que hacer en nuestra educación. Manifestamos el rechazo de las iniciativas de educar a los pobres e indigentes en los cuarteles: defensa de la educación en la escuela pública, laica y gratuita. La militarización de la pobreza implica una nueva forma de apropiación de nuestros hijos, una negación de nuestra identidad y del derecho de educarlos según nuestras creencias y convicciones. Asimismo repudiamos que con el discurso de evitar la delincuencia y apelando al falso argumento de que el pueblo no sabe educar a sus hijos, aparecen estos “educadores” para formarlos como futuros represores en las escuelas de formación de fuerzas armadas y de seguridad, como por ejemplo los liceos militares, cuerpos infanto-juveniles de gendarmería, entre otros. Extracto del DOCUMENTO DEL IV ENCUENTRO NACIONAL DE DERECHO HUMANOS – PARANA, realizado en Octubre de 2002 - (Ver texto completo del doc.) La preocupación que llevó a señalar este punto como uno de los que merecían mención en un documento final que recogía sólo las principales conclusiones, ya hace ocho años, demuestra que la iniciativa de militarización de la pobreza es permanente en el sistema capitalista, cuyos exponentes políticos, intelectuales, funcionarios, religiosos y demás deudos, razonan con el vetusto pero siempre presente la letra con sangre entra. En realidad, esto trae a colación algunas referencias imposible de eludir. Si bien es perceptible el cambio que significa el desplazamiento en general de un régimen cuartelero que imponía jefaturas, filas, saludos, posturas, reverencias y todo tipo de obligaciones protocolares de neto corte marcial; como así los castigos corporales y el trato humillante como correctivos, la semilla del miliquismo es difícil de desterrar, no por falta de esfuerzos populares, sino porque es de la naturaleza de un sistema que requiere sumisión para el logro de su objetivo final, el lucro. Al fin y al cabo, como bien lo sabía un novelista que de sus inquietudes sociales emigró a reaccionario empedernido, “El ídolo Dividendo exige un monstruoso altar construído por el dolor y la humillación. Para formar un buen tanto por ciento se necesitan oceános de lágrimas.” La noticia sobre el cura que adiestraba a los chicos a imagen y semejanza de los canas en Esquel, disparó una serie de “descubrimientos” periodísticos de algo que, como lo señalamos al principio, había sido denunciado y movilizante para muchos organismos, hace ya casi una década. En tren más de escandalete para tapa de diario que de real preocupación, se puede saber hoy que en 14 Provincias funcionan organizaciones infantiles “para” sin tapujo alguno. Que Gendarmería también las tiene y adoctrina y demás señas.
LA CONTINUACIÓN DE LA “GUERRA SUCIA” POR OTROS MEDIOS. De todos modos, esas publicaciones empalidecen frente a la decisión del Honorable Senado de la Nación, el cual acaba de aprobar el Servicio Cívico Voluntario, que obviamente, como consiste en una internación en cuarteles, a disposición de militares, tendrá todo de Mílico y nada de Cívico, salvo las víctimas del régimen. Esta afirmación no es un exabrupto del sistema, como gustan decir ciertos comunicadores que hacen de la crítica un arte del eufemismo. Es lo más coherente que hay con los intereses de los ricos y todo tipo de privilegiados por ellos, y el desarrollo de la cuestión, desde el sonsonete de la inseguridad hasta esta aprobación, pasando por los mecanismos de hacer leyes, lo demuestran. Es obvio que por un camino así, en lugar de escuelas en cada barrio, terminarán ampliando los cuarteles; en lugar de inscripción habrá conscripción o directamente levas, como en los siglos pasados; y finalmente, es posible que la seño y el profe tenga bigotes, ropa de fajina en lugar de guardapolvos y haya que decirle mi sargento.
EN ROSARIO TAMBIÉN SE CONSIGUE. En nuestra ciudad también existen los cuerpos militarizados de niños. Y los hay en toda la Provincia de Santa Fe, pese a las denuncias que hubo en su momento sobre estas prácticas aberrantes en la ciudad de Vera. ...“un sistema de actuación conjunta con la Policía”, o sea, buchonaje express por medio del aceitado de los mecanismos, buchonaje organizado, certificado de pertenencia a la decencia ciudadana, influencia en el castigo, cooperación con la represión en definitiva. Como es lógico, esto lo pone en evidencia el supuesto sindicato de policías, APROPOL (otra organización para, uno de cuyos méritos ha sido fijar la fecha de «El Día del Policía Santafesino Caído en Acto de Servicio» contra una organización popular que realizó una acción de resistencia el 12 de Septiembre de 1976). Demuestran que en actos oficiales en los que participa el Gobernador Binner, está presente la Banda de Policía Infanto Juvenil, es decir, una de las formaciones a las cuales el Gobierno debería potenciar. (Ver artículo en el sitio de Apropol).
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El uniforme policial que lucen en la escuela es exactamente el mismo que toda la policía de UR II. Tienen entre 6 y 18 años. Claro que esta última parte suena a joda. Es un poco arcaico, es decir, el Método Pedagógico Balá, que acuñó aquello de “¿qué gusto tiene la sal?”....
LO QUE NO ES JODA. “La escuelita funciona en la sede actual de la Jefatura de Policía de Rosario (Ovidio Lagos 5250). Los antiguos talleres de la fábrica militar de armas hacen de sede de la agrupación.... Señalamos estos detalles por una cuestión elemental: en los galpones que se señalan, en el lugar todo que se refiere, funcionó el CCD “FÁBRICA MILITAR DE ARMAS”, o sea, un lugar en el que se torturó y se mató a militantes populares y por lo cual fue dictada sentencia de cadena perpetua para algunos de los que allí y desde allí operaban. La pedagogía del genocidio incluye la asistencia “educativa” y festiva a estos sitios como manera primaria de acostumbramiento a la violación de los Derechos Humanos y constituye lisa y llanamente la enseñanza del desprecio a nuestros compañeros caídos, a la lucha popular y a los derechos del pueblo. Es inevitable: de allí saldrán preparados para reprimir, con temprana alma de verdugo o para aceptar ser reprimido, con temprana alma de arrastrado, y en cualquier caso, con alma de buchón. |