mega888 U.A.D.H. Rosario
INICIO arrow PUBLICACIONES arrow A 14 AÑOS DEL ROBO A LOS TRIBUNALES
micro radial
micro radial
libertad!

Suscripciones:

Lista de correo

mail

Para suscribirte haz clic <AQUí>

Recibirás las publicaciones de la UADH en tu correo

 

Contador:

Visitantes: 3856183
A 14 AÑOS DEL ROBO A LOS TRIBUNALES PDF Imprimir E-Mail
jueves, 08 de octubre de 1998
Jueves 8 de octubre - 10 hs. Tribunales Pcíales. (Balcarce y Av. Pellegrini)
"En una acción que sorprendió por la audacia y exacto conocimiento del terreno con que actuaron sus autores y la total tranquilidad con que llevaron a cabo los movimientos necesarios para cumplir el objetivo propuesto...".
Así comienza la crónica de un matutino rosarino del día 9 de octubre de 1984, refiriéndose al robo de los archivos sobre la represión, perpetrado la noche anterior en dependencias del Juzgado de Instrucción de la 10° Nominación del Palacio de Tribunales, cuyo titular en ese momento era el. Dr. Francisco Martínez Fermoselle, y en la casa de Dorrego 1638.
No era el primer robo, tiempo antes de un domicilio de calle Santiago, se llevaron unos bultos con informaciones, que la Justicia no había retirado después de los allanamientos.
Después de un trabajo de años de los Organismos de Derechos Humanos, recabando informaciones sobre sus familiares, presentando hábeas corpus siempre rechazados, recibiendo testimonios, buscando testigos, investigando, en una tarea que tendría que haber realizado la Justicia, el día 19 de marzo de 1983 se presentaron decenas de hábeas corpus.
El Tribunal, después de siete años de inacción, decidió actuar, y así empezaron las víctimas y testigos a testimoniar ante los jueces.
Es creada la CONADEP que colabora con los organismos en la recolección de denuncias y se abre una nueva etapa en la luchas por los derechos humanos. Comienza la población a corroborar lo que ya sabía, pero ahora por boca de los sobrevivientes.
Con este robo se demuestra que el aparato represivo seguía intacto. Estos hechos no hacen más que demostrar la impunidad reinante en esos días. Impunidad fundante de la actual, con Cristeler y Pérez Blanco en la Universidad, Lofiego y los genocidas en las calles, y gatillo fácil, hambre y desempleo cotidianos.
¿Qué robaron?
Algunos de los expedientes con las instrucciones sumarias realizadas en las investigaciones por las denuncias sobre los crímenes de la dictadura.
Elementos probatorios, como ser armas largas y cortas, balas de distinto calibre, organigramas de grupos clandestinos e ilegales, fotografías, documentos falsificados, nombres de personas desaparecidas o detenidas y los procedimientos realizados o a realizar con lujos de detalles, fichas con nombres de personas que actuaban en distintos ámbitos y, fundamentalmente, datos que demostraban la complicidad de políticos y empresarios con la dictadura. Con nombres y apellidos.
Todos ellos elementos probatorios de la sistematicidad con que actuaron los genocidas. Los implicados en el robo, los ejecutores y encubridores, hoy siguen robando al país.
¿Audacia? Más bien conocimiento y tranquilidad, que demuestra el moverse en el terreno propio de los dueños del terreno. Fuerzas de seguridad, jueces y políticos cómplices de la dictadura, la iglesia, representantes de un poder económico que aún sigue gobernando nuestro país. Responsables todos ellos de que un delito de tal magnitud no se haya esclarecido.
Responsable es cierto sector de la justicia, muy cercano al poder de turno. Algunos de sus integrantes colaboraron con el genocidio, como el Juez Brussa de Santa Fe. Hoy persiguen a los que defienden sus derechos luchando contra un modelo excluyente y negador de estos derechos. Justicia que avaló la aberraciones jurídicas que significaron las leyes radicales de Punto Final y Obediencia Debida, y sostuvo los infames indultos menemistas, garantizando la impunidad actual. La que hoy sigue sin resolver los atentados contra la Embajada y la AMIA, el asesinato de Cabezas, el tráfico de armas y tantos otros casos imposibles de enumerar. La justicia subordinada y obsecuente al poder político y económico, sorda y autoritaria ante los reclamos populares. Responsable es el poder económico y sus representantes locales: políticos y empresarios, algunos de los cuales figuran corno cómplices en los documentos robados.
Responsables son las Fuerzas de Seguridad que encarcelaron, torturaron y asesinaron a miles de jóvenes militantes populares que se oponían a este sistema. Son los que hoy quieren blanquearse con la represión de la delincuencia, mediante operativos tales como tolerancia cero o espiral urbana o con autocríticas tardías.
Delincuentes combatiendo el delito. Mano dura de asesinos caraduras. Responsable es la iglesia que colaboró con los genocidas, como el padre Zitelli en Rosario que estaba de acuerdo con la tortura o Monseñor Miras, arzobispo de la ciudad que protegió a uno de los represores, Marcote alias "el cura", dándole trabajo y casa en una escuela religiosa.
Son ellos los que controlan el Estado, en defensa del capitalismo. Son ellos, los que se impusieron a sangre y fuego en la dictadura y continúan siendo fieles defensores de este sistema en las seudo-democracias posteriores. Los que, para terminar con la pobreza, optan por matar a los pobres y para terminar con las injusticias asesinan a los que se resisten a ellas, como hicieron con nuestros 30.000 compañeros.
Nosotros hemos dado nuestra respuesta, hace 14 años, realizando una marcha de más de 15.000 personas, repudiando el robo y exigiendo el juicio y castigo a los culpables.

Hoy seguimos reclamando Justicia. Seguimos reclamando una parte de nuestra historia colectiva. Seguimos reclamando la restitución de los archivos. Y seguiremos presentes hasta conseguir el triunfo de nuestra lucha.
Sabemos que sólo la organización y movilización popular son el camino.

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Cárcel a todos los genocidas y sus cómplices.
 
Comisión de ESCRACHE (Organismos de Derechos Humanos, Organizaciones políticas, estudiantiles, gremiales y sociales).
 
< Anterior   Siguiente >
 
CUADRO DE DESHONOR
portada susana