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CARTA COMISION DE ESCRACHE PDF Imprimir E-Mail
domingo, 31 de enero de 1999
La COMISIÓN DE ESCRACHE ha respondido como se debe al compromiso que exige la realidad actual.
Prácticamente, sin atarse al requisito ritual de constituirse mediante un catálogo de condiciones, ha ido definiendo con claridad su objetivo, con decisión su camino, con profundidad sus mecanismos de decisión.
No es poca cosa tener esto en cuenta, porque hubo que superar el peso de injustificadas acusaciones, de negros vaticinios, de comprensibles vacilaciones e incomprensibles renunciamientos.
A cada reflexión se ha correspondido una iniciativa práctica que supone la constante tarea de preparar la acción pública, y esto ha sido posible porque ha primado una elemental premisa: somos conscientes del enemigo, lo reconocemos, no sólo no nos olvidamos de sus tropelías sino que no nos olvidamos de él; sabemos que no estamos para contemplarlo, sino para enfrentarlo cuantas veces sea necesario.' En consecuencia, no ha sido preciso definir lo que todos sabemos, sino ponerlo de manifiesto de la manera más clara y contundente posible.
Es en este punto en que la COMISIÓN DE ESCRACHE se ha convertido en un ámbito de unidad para la acción, un factor de organización de la bronca, los argumentos y la voluntad de actuar, y por todo ello, CONVOCANTE, ocasional a veces, pero estabilizadora de vínculos entre luchadores de manera permanente.
Consecuencia de estas características, es la necesidad de mantener su vigencia, corrigiendo todo lo que se deba, pero valorando todo lo que se ha hecho, de manera que no le quede a nadie duda alguna sobre lo mucho que resta por hacer.
Las herramientas de la impunidad imperante no han podido vencer la conciencia de los que luchamos; muy por el contrario, nos han fijado un derrotero. Las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los indultos presidenciales a los, genocidas, las derogaciones que ponen a salvo a los genocidas hacia atrás y los envalentonan hacia adelante, los mecanismos de distracción, están precisamente en nuestra mira. No han podido legislar nuestra conciencia política, no han podido desanimarnos al punto del renunciamiento, no nos paralizan.
Para todo esto hemos tenido y tendremos que vencer el miedo, la desconfianza y la indiferencia. No viene al caso aclarar si son o no una y la misma cosa, y aunque sea importante detenerse a dilucidarlo, vale más la pena destacar que ambas son superables cuando la causa es justa y a pesar de los golpes no renunciamos a un futuro sin estas sombras ni al pasado luminoso de nuestros compañeros de los cuales reclamamos una herencia de voluntad de vencer.
La amplitud de integración de esta COMISIÓN DE ESCRACHE, en la que caben organizaciones de Derechos Humanos, políticas, sociales, estudiantiles, culturales, barriales, de trabajadores, de artistas, de intelectuales, la hace tributaria de la enorme tarea que durante años realizaron tantos militantes que se niegan a desorganizarse, de tanto pueblo que no se
rinde.
No cabe entonces ni más ni menos que decir que por esta deuda SI pagaremos con nuestro esfuerzo y no ignoramos que el "escrache" como ejercicio más inequívoco de la denuncia pública, habrá de continuar implacablemente mientras la impunidad continúe existiendo.
Ninguna organización que resista las convocatorias a la reconciliación con los genocidas puede considerarse superada por la existencia de la Comisión. Solamente pretendemos avanzar en la construcción de este cerco a los represores y sus cómplices en forma activa; solamente queremos recomponer un ámbito de frente común ante el enemigo común para que esta muralla abra si es preciso a "la paloma y el laurel" y se cierre el "sable del coronel".
Debemos saber entonces que los ejecutores,' las FFAA asesinas, los "servicios", los integrantes de las bandas fascistas, es decir, los pistoleros calificados por grados y relaciones, deben ser perseguidos por el pueblo del modo que fuera posible.
Debemos tomar el compromiso de no olvidar a los cómplices que pulularon con viento a favor en escuelas, universidades, sindicatos, fundaciones y en todas las actividades de la sociedad, y que aún hoy -.muchos de ellos- continúan " en funciones" con la apariencia de ser ciudadanos respetables.
Debemos asumir al enemigo beneficiario de tanto crimen, de todo plan económico-militar, de toda situación de privilegio:
A los mandantes del gatillo, esa clase social dominante que nos presenta al capitalismo como única forma de asociación posible. Aquéllos que conformaron la APEGE (Asamblea Permanente General Empresaria) en el 75, que aplaudieron el golpe del 76 , y denunciaron y entregaron compañeros delegados y comisiones internas integras a los asesinos uniformados, los que hablaron de la "guerrilla fabril" y que desde los orígenes de la represión a los obreros y el pueblo vienen contabilizando muerte a su favor.
Cuando la gorra, la bota y la bala imperan, se pavonean predicando milenios de dominación despótica, cuando la forma de gobierno deviene en constitucional, arman los mecanismos de la impunidad para seguir dominando en base a la explotación teniendo siempre a mano el recurso de los represores a la orden del día.
Demasiadas pruebas existen en estos años de la certeza de esto, desde Tierra del Fuego hasta Cutral-Co, desde los Bancarios baleados en Santa Fe a los cerveceros en Córdoba, y tantos otros casos. Los mismos gobiernos que liberan de castigo a quienes encarcelaron, torturaron, mataron , desaparecieron, robaron, hoy impulsan campañas sobre la "inseguridad" y se atribuyen, descaradamente, como si fueran paladines de la justicia, la potestad de allanar barriadas enteras, montar "Operativos Espiral", etc.
La llamada "saturación policial'", supuestamente inventada para "desanimar" a los delincuentes, es usada con la mayor profundidad contra los reclamos populares y la lucha obrera, como en Nestlé, aquí en Rosario, con la indispensable decisión del Poder Judicial.
A tal punto llega el descaro, que el considerado padre de la "tolerancia cero", es paseado por el país dando conferencias, recalando en nuestra ciudad nada menos que en la Fundación Libertad, reconocida guarida de mentores del saqueo a nuestro pueblo.
Lo cierto es que hoy en día en el país entero y muy particularmente en nuestra ciudad y su Cordón Industrial, los despidos masivos y su preparatorio, la suspensión o "vacaciones adelantadas", se extienden y empujan al abismo de la desocupación y la miseria a millares de trabajadores.
Mientras obran con el engaño y la traición para imponer este orden de cosas, los mismos que más arriba denunciábamos, aceitan la máquina de imponer a sangre y fuego, porque los pueblos no se quedan parados en la inercia hasta el suicidio.
De una manera u otra, de manera deformada a veces, con expresiones poco claras a veces, con modos criticables a veces, pero siempre, siempre, resisten y van por lo suyo.
Los enemigos del pueblo lo saben y obran en consecuencia. Con los mismos dirigentes de ayer, con las mismas instituciones, con las mismas "fundaciones", voceros, teóricos de situación y gente de acción. Decimos, son los mismos y sus herederos, que para el caso es lo mismo.
Por eso, la COMISIÓN DE ESCRACHE, seguirá apuntando a denunciar la permanencia, continuidad, lazos de delegación o herencia, de los ejecutores cómplices y beneficiarios de la represión de ayer y de hoy y a sabiendas de que es la única manera de precaverse de la futura.

Razones de más para decir que NO OLVIDAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS, y en esta tierra SI NO HAY JUSTICIA, HAY ESCRACHE.
 
COMISIÓN DE ESCRACHE
Rosario, 31 de Enero de 1999.-
 
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