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Causa Díaz Bessone: Carta a la LADH sobre Chomicki y Folch [José Aloisio-Testigo y querellante] PDF Imprimir E-Mail
jueves, 02 de junio de 2011

A la Comisión Directiva de la

Liga por los Derechos del Hombre

Rosario, 31 Mayo de 2011

De mi mayor consideración:

Me dirijo a ustedes en MI CARACTER DE SOBREVIVIENTE DEL SI, QUERELLANTE Y TESTIGO en el Juicio Oral “Díaz Bessone y ot s/ homicidio, violación y torturas” Expte 120/2008, que se desarrolla en la ciudad de Rosario.

Desde los duros días de la dictadura hemos compartido con la Liga y otros organismos de Derechos Humanos la búsqueda de la verdad, la justicia y el anhelo de juicio y castigo a los culpables de los delitos de lesa humanidad.

Mi nombre es JOSE “GRINGO” ALOISIO y junto a muchos familiares, iniciamos junto a otros sobrevivientes, la causa Feced en Rosario en diciembre de 1983.

Los avatares de aquella causa Feced ustedes los conocen y hoy nos encontramos al final de las testimoniales del juicio oral a Díaz Bessone.

Quiero decirles que declarare en este juicio el pasado 09 de noviembre, anterior y posteriormente recorrí los recortes periodísticos del año 1984.

Y no sólo en mi testimonio el de casi todos los compañeros que entonces iniciamos la Causa Feced hicimos referencia entonces a cinco ex – militantes que optaron por pasar a formar parte del aparato represivo.

Nadie en aquellos días objetó nuestra palabra.

Como tampoco se objetó en la elevación a Juicio Oral de la Causa Díaz Bessone.

En octubre de 2010 se conectaron conmigo compañeras de Rosario y me propusieron adherir a la carta que se entregó a la Secretaría de DD.HH. de Nación, cuestionando su desestimiento de acusar a Ricardo Chomicki y Nilda Folch, basado en un dictamen de la Procuraduría General de la Nación del año 2008.

Adherí y firmé esa carta porque las palabras de la misma, tocaron lo más profundo de mi alma y fueron un bálsamo para mi añosa soledad sobre estos temas.

Siempre que pensaba sobre esto, me inundaba un profundo sentimiento de injusticia no reparada. Me preguntaba ¿por qué no podemos enjuiciar a Nilda Folch, (la Polaca o Victoria)?

Folch participó activamente en el interrogatorio de muchos compañeros/as participar significaba no solo marcar, entregar sino torturars a dichos compañeros

“Después que terminó el interrogatorio vino a mi lado y me contó, lo lindas que eran las fotos de mis hijas que estaban en mi casa. Pude ver detrás de la venda que tenía en mis ojos, que estaba vestida con ropa mía con lo cual entendí que había participado del allanamiento y el saqueo de mi casa.” (Declaración de Luchetti de Betanin)

Me sigo preguntando, ¿por qué no la puedo acusar?

¿Por qué razón no puedo acusar y pedir juicio y castigo para Ricardo Chomicki, (el Cadi), que fue quien marcó a Marisol Perez Losada en un bar al que ella había ido a una cita con un compañero?

Esto sucedió mientras Chomicki tomaba alegremente un café en ese bar con miembros de la patota de Feced sin estar en operaciones.

Marisol Perez, hermosa compañera y aún hoy no sabemos qué hicieron con ella, quien la mató, donde la enterraron. Baravalle lo sabía Brunatto y Folch y Chomicki lo saben.

Tambien saben donde estan los cuerpos del “Tony” Farias, de la “Flaca” minetti, del “galleguito2 meleli entre tantos otros.

Uds. No deben Olvidar que a ellos no los torturaron, sino que algunos (Chomiky – Folch) ya entregan desde antes de aparecer oficialmente detenidos.

Porque no pueden tener una justa condena? Porque tenemos que aceptar que torturar, delatar, entregar, participar activamente con el enemigo “esta bien”? Si esta bien es la respuesta de aquellos que no quieren acusar. De ser así se estaria fijando un precedente muy grave: Pasate el enemigo, entrega, tortura, asesina y enterra a tus ex-compañeros que sus abogados no te van a acusar y si pueden te lo van a agradecer de alguna manera.

¿Por qué no podemos acusar y enjuiciar a quienes, eligieron formar parte del enemigo y en esa condición, no como víctimas, picanearon, golpearon y enterraron compañeros en el Servicio de Informaciones de Rosario?

¿Por qué no podemos demandarlos por años de pacto de silencio con las fuerzas represivas? Jamás ninguno de ellos colaboró para encontrar a ningún compañero, ni muerto, ni desaparecido.

Ningún familiar tuvo una sola palabra de ellos sobre el destino de sus seres queridos. La complicidad les dura hasta hoy.

Por eso me parecen muy justas las palabras de la Carta Abierta cuando dice que no queremos que ningún "experto" en campos de concentración nos venga a decir qué tenemos que pensar ni decir o hacer.

Nosotros estuvimos allí.

Sé que la memoria es una construcción social, y por lo tanto un territorio de conflicto.

Lo que no puede admitirse es que esta conflictividad implique no dar cuenta siquiera del pedido de justicia que los sobrevivientes del Servicio de Informaciones de Rosario realizamos respecto de Nilda Folch y Ricardo Chomicki en este juicio.

Han transcurrido los testimonios y en absolutamente ninguno de ellos se ha hecho referencia alguna a compañeros que, quebrados por la tortura, nombraron a algún compañero o compañera con las consecuencias fatales para ellos. NADIE PUEDE JUZGAR EL LIMITE DEL SUFRIMIENTO HUMANO. Menos aún quienes compartimos cautiverio y sabemos del dolor profundo que ello ha causado.

Nuestras estrategias de supervivencia, en la inmensa mayoría de los sobrevivientes del Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario no incluyeron la eliminación de nuestros compañeros para preservarnos.

Resistimos colectivamente desde el amor, la solidaridad, la comprensión y las convicciones políticas, religiosas y morales que cada uno tuvo.

Entiendo que esta es una etapa más por la defensa de la dignidad de nuestra lucha y la de los compañeros que ya no pueden hablar. Por ello, tampoco acepto que se tienda un manto de sospecha generalizado sobre nuestras conductas.

Adjunto a la presente un pequeño resumen de testimonios de compañeros que han declarado durante el juicio sobre el comportamiento de Folch, Chomicki, Baravalle y Brunato.

Para finalizar propongo que la Liga, así como ha hecho Familiares, den libertad de acción a cada equipo legal, sin presiones sobre ellos porque no todos los campos de concentración han sido iguales.

Nuestras abogadas han escuchado y compartido cada uno de nuestros testimonios, y tienen la cabal dimensión de lo que ha significado para todos los testigos y querellantes desnudar situaciones que muchos, ni siquiera habían hablado con sus hijos.

Tanto dolor necesita una digna reparación.

Por todo lo expuesto les solicito consideren escuchar y respetar las voces de las víctimas directas del Servicio de Informaciones que les estamos realizando una petición concreta y en consecuencia ordenen a sus abogadas (que son también quienes llevan adelante mi querella particular) que acusen a todos los miembros de la patota de Feced, sin exclusiones de ninguna clase. De lo contrario les pido que se abstengan de acusar en mi nombre al momento de alegar.

Sin otro particular, y esperando que coloquen los deseos de las vícitmas que dicen representar por sobre cualquier política coyuntural, los saluda atentamente,

José Aloisio

Dni

Rosario

Querellante. CAUSA DIAZ BESSONE (EX CAUSA FECED)

 

 
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portada susana