(AW)
El compañero Roberto Martino inició hoy una huelga de hambre en demanda
de su libertad. El lleva más de seis meses de injusta detención por el
sólo hecho de ser solidario con la lucha del pueblo palestino.
Publicamos a continuación una nota de Carlos Aznarez en la que también
hace referencia a la querida compañera Karina Germano López, militante
de H.I.J.O.S. injustamente detenida en Ezeiza.
por Carlos Aznárez
Hubo un tiempo queridos compañeros/as, me refiero a aquellos heroicos
años de lucha contra las dictaduras, en que frente a las continuas
detenciones de militantes populares, desde el peronismo revolucionario
reivindicábamos una consigna que definía el compromiso con los que
pagaban sus ansias de libertad detrás de las rejas: "Ellos están presos
por nosotros, ¿nosotros qué hacemos por ellos?. Y lo hacíamos para
exigirnos un mayor compromiso de solidaridad, y no olvidarse de los que
habían ido a parar a la cárcel precisamente por estar en la primera
línea de la rebeldía contra nuestros enemigos.
Ahora, es evidente que los tiempos han cambiado, soplan vientos
distintos en el continente y muchos de quienes sufrieron cárcel,
tortura, exilio, persecuciones, hoy ocupan espacios de gobierno aquí y
en América Latina,incluso varios de ellos/as han llegado a la
Presidencia. Sin embargo, queridos compañeros, todavía hay hermanos
luchadores en prisión por no dejar que la injusticia les pase por un
costado y comprometerse hasta las últimas consecuencias con la
liberación de los pueblos.
Quiero referirme a dos de ellos precisamente. Estoy seguro que nadie
podrá desconocer de que se trata de dos militantes consecuentes con sus
ideas de libertad y justicia. Hablo de Roberto Martino (dirigente del
Movimiento Teresa Rodríguez) y Karina Germano López (La Galle), hija de
un detenido-desaparecido.
Martino está preso desde hace más de seis meses en la Cárcel de
Marcos Paz, acusado de haber cometido "el delito" de manifestarse
solidariamente con el pueblo palestino en ocasión de los bárbaros y
criminales bombardeos encarados por el ejército sionista contra la
población de Gaza. En esa ocasión, miles de argentinos marchamos una y
otra vez hacia la Embajada de Israel para repudiar a los genocidas, y
esto, claro está, provocó la ira del embajador local, de la DAIA y la
AMIA, quienes prestaron testimonio para que se persiga y encarcele a
Martino, cosa que finalmente lograron después de criminalizarlo
mediáticamente. A Martino, todos lo conocemos, lo hemos visto una y
otra vez marchando junto a los más humildes de este país en los años del
levantamiento popular en los 90, también estuvo en las calles hechas
barricadas en aquellos días de diciembre del 2001 cuando la dignidad de
nuestro pueblo no se dejó doblegar por las balas de la represión. Si hay
algo que caracteriza a este hombre que hoy está en prisión y acaba de
comenzar una huelga de hambre para reclamar por sus derechos, es que
nunca le ha dado la espalda a los que sufren y ha sido digno heredero de
las luchas antidictatoriales de los 60-70, en las cuales también actuó
como protagonista.
Si Martino está en la cárcel es precisamente por
ser un internacionalista solidario, un hombre que frente a lo que le
ocurre a otros pueblos por más alejados geográficamente que se
encuentren, no duda un instante en manifestarse solidariamente -en este
caso con Palestina ocupada- y por ello es necesario que no lo
olvidemos.
Por otra parte, también quiero recordarles que por las mismas
razones, de compromiso internacionalista, se halla detenida en la Cárcel
de Mujeres de Ezeiza, Karina Germano López (La Galle), hija de un
militante montonero que fue secuestrado y desaparecido. Karina estuvo
exiliada en Suecia y España, regresó al país en 1998 y siguiendo el
ejemplo de padre, se convirtió en activista por los Derechos Humanos
(miembro fundadora de H.I.J.O.S. Zona Norte). Luego, fue detenida en
Brasil en febrero de 2002, bajo falsas acusaciones de participar en un
secuestro. A partir de esos días su vida se convirtió en un infierno, ya
que fue enviada a la siniestra cárcel de Carandirú, hasta que en
noviembre de 2006, en virtud de un acuerdo entre el gobierno argentino y
el de Brasil, fue trasladada a Buenos Aires, con la idea de que pronto
iba a recuperar la libertad. Sin embargo, eso no ocurrió, debido a las
malditas artimañas judiciales, y ahora sufre una condena añadida de
varios años de cárcel.
Roberto Martino y Karina Germano representan entonces dos flagrantes
hitos de una decisión judicial injusta -no son los únicos- que entre
todos y todas debemos tratar de remover. No alcanza solamente con
manifestaciones verbales de repudio, sino que debemos redoblar el
accionar para que ambos compañeros recuperen la libertad. No valen
tampoco los argumentos de que "no son gente de nuestro espacio" o de
"nuestra agrupación", ya que quienes los han enviado a prisión son los
mismos que históricamente han criminalizado nuestra lucha por la
liberación nacional y social: una policía represora y una "Justicia"
manipulada por los poderosos. Se podrá o no coincidir con lo que piensan
políticamente estos dos compañeros, pero esa no es, de ninguna manera,
una razón para que no les expresemos nuestra solidaridad y luchemos para
que Roberto y Karina dejen de sufrir en sus respectivos cuerpos el
castigo de quienes a ellos y nosotros nos siguen teniendo como sus
enemigos por el simple hecho de plantar cara a los atropellos contra
nuestro pueblo.
fuente: http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=5771:martino-empezo-huelga-de-hambre&catid=39:presos-politicos&Itemid=72
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