ADONDE VAYAN...LO FUIMOS A BUSCAR!

Necesarias aclaraciones sobre la detención del represor JUAN ANDRÉS CABRERA. Informe de equipos de investigación de la UADH.

Lo primero que debemos decir es que nuestro propósito es señalar con absoluta convicción que no basta con incitar al Poder Judicial a que cumpla con sus obligaciones. Por más papeles que se presenten, llegado el momento, hay que obrar contando con la propia decisión. Si las fuerzas son escasas, hay que apelar a la solidaridad popular. Y hacer lo que hay que hacer.
Nuestro organismo no sólo reclamó la detención de Cabrera, sino que aprovechó toda información que podía quedar nada más que en información, para abrir instancias judiciales y agotadas las posibilidades, salió a buscar al “Barba”. Una gran cantidad de datos fueron analizados y con esto, se decidió operar directamente en el terreno.
El informe que se puso a disposición del Tribunal, habiendo tomado ciertos recaudos ante la constatación evidente de que no existía ningún esfuerzo real para detenerlo.

Sintetizamos en los siguientes apartados las acciones concretas de la UADH en el largo proceso que llevó a la caída de Cabrera.

1. En esa ocasión, minutos antes de la declaración de Costanzo, nos enteramos que una foto de Juan Andrés Cabrera, celosamente oculta por Rosario/12  durante “seis o siete años” (testimonial del fotógrafo Gentilcuore), había sido publicada esa mañana. Es allí que solicitamos se le exhiba e interrogue, así lo hace el Fiscal Dr.  Vazquez y se produce el primer reconocimiento cierto de Cabrera en sede judicial.
   
   
2. Como el represor Costanzo afirmara en su declaración que Cabrera era uno de los cuatro secuestradores del compañero Tito Messiez, se solicitó la detención -entre otros- del Barba, de Ariel Porra, de Carlos Sfulcini y de Gustavo Bueno, todos señalados  por Costanzo con lujo de detalles.
   
   
3. Pero más allá de eso, considerando que Cabrera no había sido identificado nunca con total precisión hasta el momento y Bueno “no podía ser habido” desde hacía años, se decidió iniciar la búsqueda que correspondía y para ello se discutió apelar a la solidaridad popular, realizando previamente para ello, un modesto acopio de información que pudiera contribuir a una primera aproximación de su identidad para que fuera prácticamente posible la participación popular. Esta tarea no fue fácil dada la reticencia existente en muchos ámbitos a brindar la información que se tenía, por increíble que esto parezca.
   
   
4. El 17 de agosto se lanza la campaña nacional, enviando los afiches a todo el país, requiriendo publicación a muchos medios (una gran cantidad de ellos se hicieron eco) y organizaciones de todo tipo manifestaron su apoyo. Pero lo esencial es que se salió a la calle durante días y se pegaron miles de afiches en Rosario y Pérez, especialmente en cercanías de los que habían sido los domicilios de Cabrera y familiares, como así de la Defensoría del Pueblo y otras dependencias. Los mismos afiches fueron difundidos en Santa Fe, Villa Constitución, Venado Tuerto, Paraná y otras ciudades por compañeros solidarios.
   
   
5. El 20 de agosto, se recibe el primer llamado en el teléfono de la Guardia Permanente de la UADH, que aportan datos para ir afinando la búsqueda.
   
   
6. El 16 de septiembre se recibe un mail con información abundante y precisa, que abarca desde el n° de beneficio jubilatorio (como verdugo claro) hasta detalles de su expediente de divorcio, o desde la fecha en que vendió tal casa hasta la fecha de nacimiento de sus hijos y domicilios posibles de distintos familiares. Lo que es importante destacar, es que ese mail parece haber sido enviado a otras personas que deberían estar interesadas su utilidad.
   
   
7. Confrontados los datos recibidos, de inmediato se entrevista al Fiscal Dr. Vazquez y se le plantea que de ese acopio y chequeo de datos, estábamos en condiciones de afirmar que JUAN ANDRÉS CABRERA, el “Barba”, estaba residiendo en Cosquín, calle María Eloísa 857, junto con su mujer. Irma Lilian Fleita y su hija Sofía y que existía peligro de que sea alertado provocando su huída, lo que hacía más difícil su aprehensión. En esa entrevista le manifestamos al Fiscal nuestra desconfianza a la estructura judicial que tan poco y nada había hecho y dejamos sentado que volveríamos con más precisiones, indubitables e indiscutibles que permitieran la inmediata ubicación y detención de Cabrera.
   
   
8. Sentado esto, se constituyó un equipo de investigación (al que el periodista José Maggi, en la nota. de Rosario/12 de fecha. 29/03/09, llama “no oficial” y sobre el que irresponsable, dolosa y peligrosamente pretende sembrar sospechas) y se ubicó en Cosquín, ciudad en la cual desarrolló una actividad prolijamente planeada y sin ningún inconveniente desde el 27 de septiembre de 2008. Este equipo es el que confirma que Cabrera reside en esa ciudad y  concretamente lo ve. Después de este contacto visual, no existen más constancias en el expediente de que haya sido visto.
   
   
9. Producto de la misma se presenta la minuta que ya hemos difundido en estos días (ver minuta) el día 14 de octubre de 2008 y elevada por el Dr. Vazquez, con sus sugerencias, al Juez Marcelo Bailaque, el Juzgado decide que la información tiene tal peso que amerita la participación de la PSA. Es en este momento en que comienza la participación de de esa fuerza.
   
   
10. En la UADH estábamos absolutamente prevenidos contra todo lo que pudiera significar desidia o torpeza cómplice, en la misma forma en que están prevenidos todos los compañeros que han visto y sufren casos como la supuesta investigación por la desaparición de Julio Lopez, sin ir más lejos el caso de Pagano, apresado por una venganza personal entre “servis” (lo detienen los hijos de Costanzo en definitiva) o las de tantos más. Hay infinidad de ejemplos para exponer que llevarían a este texto a la calidad de un tratado sobre la protección de genocidas de varios tomos, y no es la oportunidad. Por consiguiente, el equipo se dedicó ahora a verificar efectivos resultados y la prudencia operacional de la fuerza que intervenía.
    
    
11. No estábamos equivocados. La operatividad era un verdadero estímulo a que Cabrera huyera. Advertidos de esto, presentamos un informe el día 21 de octubre de 2008 (ver informe) y como consecuencia de ello el Juez advirtió a la jefatura de la PSA y ésta cambió el personal que intervenía y las condiciones operativas. Una sola cosa diremos al respecto: en su descargo, el contingente “de ceremonia” que había sido enviado, hizo saber que también se habían percatado de que estaban siendo observados -sin mayores precisiones- pero lo significativo es que reconocen haber sido abordados como sospechosos por la Policía de Cosquín dos veces. (CAP). El equipo “no oficial” no tuvo en ese sentido ningún inconveniente por no haber violado en absoluto ninguna regla de la debida discreción.
    
    
12. Habiendo constatado una nueva operatividad del personal nuevo de la PSA (el equipo de todos modos advirtió su presencia, algunos lugares de alojamiento, identificó vehículos y su procedencia territorial, personal, etc. pero consideró que pese a esta detección trabajaban de manera muy superior) se decide levantar las actividades en el terreno. Al respecto cabe hacer una necesaria aclaración: los equipos que intervinieron, no tenían por objeto exclusivamente constatar la actuación de la fuerza destinada, sino advertir sobre cualquier maniobra que pusiese en alerta y fuga a Cabrera, y en su caso reiniciar de inmediato la búsqueda; pero por sobre todo, mantener la guardia alta ante la posibilidad de que Cabrera y sus encubridores, protectores y cómplices de la impunidad en general,  pudieran articular alguna respuesta agresiva contra los mismos equipos en el caso que éstos fueran detectados, toda vez que se partía de que se trataba con gente de experiencia en el espionaje.
    
    
13. Habiéndose retirado de Cosquín a los compañeros, se solicita al Juez la incorporación de las actuaciones que se estaban practicando por parte de la PSA al principal, lo que fue rechazado, manteniéndose el expediente “Actuaciones para la aprehensión del rebelde Cabrera, Juan Andrés” reservado en el despacho del Juez pero AUTORIZANDO SU EXAMEN EN LAS OFICINAS DEL TRIBUNAL POR PARTE DE LA QUERELLANTE. Esto ha permitido un permanente chequeo de la evolución de los acontecimientos y la constatación de varias circunstancias que teníamos como presupuesto pero ahora confirmadas:

    a) Una protección política de Cabrera por parte de las autoridades locales, y los informes de la PSA lo sostienen y agregan que es con un rol predonimante de  Norberto Presa, militar retirado, actual Director de Personal de la Municipalidad de Cosquín (gestión del Intendente Marcelo Villanueva, del partido Unión por Córdoba) DNI 4.163.488, nacido el 13-08-1935, teléfono 03541-451340, con domicilio en Italia 223 del Barrio Remembranzas, que es quién lo hiciera ingresar en el área Seguridad Ciudadana de la Municipalidad. Este Presa es el padrino de bodas de Cabrera, al que detuvieron...en su casa de Italia 233.        
    
    b) Presa y su esposa, que se comunicaban diariamente en forma muy amistosa y familiar con Fleita, serian los encargados del cuidado y contención de ella y su hija Sofía.  Dice que se hace difícil la detención porque Cabrera se encuentra muy relacionado y amparado por el poder político en esa ciudad.
    
    c) Existen 43 fojas de desgrabaciones y es notable la cantidad de teléfonos celulares que usaban pero en este  punto omitiremos más detalles dada la extensión de este informe.

    d) Cabe sí consignar que Cabrera habría sugerido, según la interpretación del personal de la PSA,  que cuando lo fueran a detener no se iba a entregar sin antes hacer el mayor daño posible y llegado el momento, se suicidaría.  No se resistió ni se suicidó, y al respecto teníamos alguna estimación coincidente con lo que en una de las tantas consultas que hicimos, nos dijera un ex titular de la Unidad Fiscal: “Cuando les ponen la mano en el hombro y le dicen el nombre, se termina todo”. Y fue así nomás.

14. Es necesario aclarar algunas inexactitudes que aparecen por estos días en los medios de prensa. En ese sentido debemos decir que Cabrera no está prófugo desde hace 3 años, sino desde el año pasado. Antes era una incógnita para muchos de los querellantes la identidad del mismo y mucho más su paradero. A ello han contribuido con absoluto desprecio muchos que pretenden estar de este lado en la lucha contra la impunidad. El caso de Página/Rosario/12 -supuestamente en las antípodas de La Nación- es un ejemplo. Durante 6 o 7 años ocultó la identidad y hasta la imagen precisa de Cabrera. Con qué fines, no lo sabemos, pero es realmente asqueante ver las notas en que dicen que Cabrera cayó por la foto que ellos ocultaron en su beneficio durante esos años. No es así. La caída de Cabrera se produce por una actividad real de ir a buscarlo, de garantizar hasta la vigilancia de quienes tienen atribución legal para detenerlo, de luchar día a día para que los actos solidarios de quienes dan información popular no se desprecien. A Cabrera no bastaba con hacerle un “avistamiento”, como si fuera una especie en extinción. Había que cazarlo como el chacal que es. Y en eso diferenciamos a los que lucran profesionalmente con la información sin condolencia alguna con los que sufrieron los atropellos de 33 años de impunidad. Los que se ponen del lado del represor con tal de ofrecer su mercancía a la empresa en la que trabajan como una primicia. Los que sabiendo no comparten lo que saben en abierta contradicción con los principios más elementales. Los que tienen trato con los genocidas no sabemos para qué, ya que nada ponen a disposición del avance de las causas penales.

Nosotros supimos, actuamos, lo fuimos a buscar y ahí está. Ahora seguimos luchando por su condena.