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FIN DE AÑO A TODA ORQUESTA DE LA CORTE SUPREMA PDF Imprimir E-Mail
martes, 30 de diciembre de 2008
Una acordada que la caracteriza plenamente y que advierte que deberemos luchar más y más, y como se dice vulgarmente, "litigando contra los Tribunales" y no en los Tribunales. Hecha el 29 de diciembre y la última, con la que Despiden el 2008.

No nos vamos a dedicar a “repudiarlos”, realmente, porque eso es poco. Simplemente queremos iniciar nuestra denuncia, no completa, no terminada, simplemente iniciada, que es como decir, convocar a movilizarse contra estas resoluciones absolutamente beneficiosas para los genocidas.

Sus excelencias han hecho un volante común y silvestre que refleja su interés político en preservarse, y que, desde el punto de vista de las necesidades de la "administración de justicia" es un saludo a la bandera.

Pero tampoco es tan inocente como esto. Tanto como exhiben su interés particular, muestran una "imparcialidad", una "asepsia" extrema sobre el tema de los genocidas liberados, cuestión que parece no conmoverlos. Puede decirse que sobre esto se pronunciarán en su fallo ante el recurso contra las libertades ordenadas por Casación, pero no puede ser que pretendan estar por sobre el género humano sin repudio alguno. Puede ser que piensen –y es un peligro real a la luz de la nueva Acordada- que está bien lo que hizo la Cámara de Casación y pueden inventarse lo que se les antoje para sustentarlo. Pero aún así, después de la probada denuncia periodística de que Yacobucci es un nazi recalcitrante, que la Corte no lo mencione siquiera, es un implícito respaldo de silencio a su condición.
Especialmente porque la resolución de Casación no es producto de una "asepsia" como la que predican. Es producto, entre otras cosas, de un voto nazi como el de Yacobucci. 
¿Qué pesa más en el retardo de las causas y la consecuente impunidad: los inconvenientes que menciona, de orden legislativo, de infraestructura, etc., o el hecho de que hay cientos de jueces directamente ligados a la Dictadura que aprovechan todas estas excusas y otros cientos que sin estar ligados directamente comparten los puntos de vista y el proceder de aquellos?.
Y esto no es artificioso, porque, ¿cómo es posible dictar medidas favorables a los genocidas sin edificio, con mala legislación, etc., y no condenarlos? ¿Cómo es que hay miles de estas resoluciones judiciales y tan poco de las condenatorias trabajando a la intemperie? ¿Así que se puede beneficiarlos pero no condenarlos aún sin medios? 
A quién le quieren hacer creer las excelencias que “no se puede trabajar rápidamente para condenar”, pero si se puede trabajar con urgencia para mantener la impunidad; que cuesta más hacer un papel que ordene cárcel a los genocidas a cielo abierto y sin medios, que hacer otro que los mantenga impunes y riéndose del pueblo que asesinaron.


Creemos que aunque sea parcialmente por ahora, por este momento, hay que levantarle la voz al poder o todo quedará en el camino que lo están poniendo: el de una descarada anuencia a la impunidad.

Pero pondremos por lo menos un ejemplo gravísimo de lo que dice la Corte y nos comprometemos a seguir con el análisis meticuloso hasta donde dé nuestro entendimiento de este pronunciamiento deleznable. 

Considera inconveniente que reclamemos justicia plena, es decir, justicia por todo y para todos. ¿Se entiende lo que dicen estos tipos? Dicen casi literalmente y sin recato que pedir justicia por todos es pernicioso. Sacándole el relleno, dejando el pensamiento desnudo, ligando los términos precisos sin esas vueltas de leguleyos, de políticos baratos, las cosas quedan así:

".....se pueden señalar algunas situaciones problemáticas:
............

f) Subsistencia del criterio que había regido en los juicios por la verdad para obtener toda la información posible acerca del esclarecimiento de la suerte corrida por miles de personas desaparecidas o que sufrieron distintos vejámenes durante el periodo de la represión ilegal y junto con ello la pretensión de que se investigue la totalidad de los hechos y la responsabilidad de todos los involucrados.”


Así que mientras la cosa era un simple "juicio por la verdad", para saber en que oscuro y siniestro lugar fue torturado, violado, destrozado, asesinado bestialmente un compañero, la cosa no era "problemática", era un ejercicio de "memoria", que a la luz de esto que dice la Corte, se convierte en un ejercicio de masoquismo y una morbosidad extrema, de interés por la noticia de sangre de un ser querido, de un compañero. 
Ahora, si no se trata de "la verdad", sino del castigo, del juicio penal, toda averiguación se convierte en "problemático". 
Es decir que la "Subsistencia del criterio que había regido en los juicios por la verdad para obtener toda la información posible acerca del esclarecimiento de la suerte corrida por miles de personas...(y)... junto con ello la pretensión de que se investigue la totalidad de los hechos y la responsabilidad de todos los involucrados." es lo problemático. 

¿Que deberíamos hacer entonces? Lo que sugiere la corte. Renunciar a tanta persecución. ¿Por qué? 
Nada menos que porque “No es habitual, ya que en muchos países se restringió la investigación a algunos casos o se hizo a través de organismos especiales que luego sometieron a la Justicia solamente el dictado de la sentencia o bien se crearon tribunales específicos, todo lo cual permite una rápida y mejor resolución.”

Eso es lo que dice la Corte: córtenla con pedir tanta justicia, dejen de embromar las víctimas y "los deudos" -como llama la Corte a los que son víctimas de la desaparición de sus familiares y compañeros-. Basta de pedir responsabilidades los abuelos que les robaron los nietos y nunca más los vieron. Paren de joder los ex detenidos desaparecidos con pretender denunciar hasta el último de los represores que reconocieron. No fastidien más las que fueron violadas por los milicos tratando de que se castigue hasta el último de los degenerados. Córtenla tantos miles de torturados señalando la responsabilidad del buen señor que ahora pasea su aspecto manso entre ellos mismos y que era el torturador que le tocó. No jodan más los "deudos" de los asesinados en Fátima o Famaillá, en Los Surgentes o a la salida de un penal en La Plata. 

Basta, dice la Corte, no porque sean pocos, sino porque son miles y eso es una "situación problemática" para la Justicia. Peor aún si son 30.000 los compañeros desaparecidos y 15.000 los asesinados. 

La Corte –o alguien, quién sabe quién- eligirá una "rápida y mejor resolución.”, que con tres o cuatro o cinco o diez o cien acusados...ya alcanza. Para con los demás, olvido o reconciliación. 
Esto es lo que en definitiva dice la Corte Suprema de Justicia de la Nación que debe decidir sobre las libertades que ordenó Casación y se cuestiona en estos días. 

A lo mejor concluye que estos no son de los diez o cien que no deben ser castigados. 

No lo sabemos. Ahora menos que nunca.

Lo que sí sabemos en todo caso, es que debemos movilizarnos, porque hay una muy dura batalla por delante y la resolución estará en la calle, con el pueblo, porque 

NO OLVIDAMOS - NO PERDONAMOS - NO NOS RECONCILIAMOS
 
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CUADRO DE DESHONOR
portada susana