Hace 33 años fusilaban en el cuartel de la Marina en Trelew a los compañeros que habiendo fugado del Penal de Rawson, no pudieron llegar a tiempo para subir al avión que previamente había sido copado por un comando guerrillero.

Su ejemplo de valentía física nacida de su fortaleza ideológica y una altura moral revolucionaria sin mancha alguna, debe ser sostenido donde se pueda y como sea, con la vista puesta en que se extienda a los nuevos luchadores.

Los continuadores de aquella dictadura permanecieron en las entrañas de las FFAA y hoy mismo, por más autocríticas que se propagandicen o fotos que se descuelguen, las instituciones militares de todo orden y jerarquía, siguen siendo las formadoras de individuos de la más baja catadura, cipayos a disposición del enemigo Imperialista y brazo armado de la burguesía nacional que tanto reclama el Gobierno actual.

Fue un 22 de agosto también, que en nuestra ciudad fue secuestrado el compañero Tito Messiez, cuando fue a retirar lo necesario para imprimir un volante en la copistería La Manija, en Entre Ríos 785. Desde aquel día de 1977, familiares y compañeros han denunciado el hecho y señalado a los responsables, y ahora mismo, la querella iniciada por familiares es una de las cuatro causas judiciales que dieron base a la reapertura de la la llamada “causa Feced”, que involucra a miles de efectivos de las fuerzas de seguridad operando bajo la dirección del Cuerpo de Ejército II.

Tito fue un luchador que soñaba con el sueño de los realistas que saben que sólo lo imposible es posible y todo lo demás es pura ilusión; soñaba con el Socialismo en nuestro país, y militaba con la consecuencia que tienen los que sueñan con todo su cuerpo.

El pueblo no puede perdonar que sus mejores hombres, los que se destacan por el desinterés con que ofrecen su esfuerzo a la humanidad, sean atacados de esta manera. Y el pueblo no puede resignar ni un minuto la lucha por el castigo a los genocidas. Porque ¿quién dijo que debamos esperar los años que imponen los famosos “tiempos de la justicia” cómplice?. ¿Acaso nos puede resultar indiferente?.

Sufrimos en carne propia la burla a nuestros reclamos que significan esas postergaciones porque como afirmara la familia de Tito en un pronto despacho, esas dilaciones “son constitutivas de la impunidad”. Este es el primer año que en este lugar de Rosario, en el que fuera secuestrado Tito, quién fuera su compañera y eterna luchadora por el castigo, no está con nosotros.

Susana Osés, fundadora de la idea de fundar el organismo al cual adherimos, impulsora de una línea clara en lo que ni la oportunidad ni las cuestiones técnicas o metodológicas pueden postergar el pronunciamiento político, suscribió algunos escritos para los cuales hay que disponer de un gran coraje personal y político. Nunca pidió a los tribunales que analizaran el caso de Tito exclusivamente, sino más bien, haciendo pie en esa barbarie exigió claramente que se reabriera la “causa Feced”, porque a la exigencia de justicia la entendía como un ataque más al poder de los capitalistas en su conjunto.

Recordamos todo esto porque sabemos muy bien que ella hubiese hecho lo mismo por nosotros: nombrarnos especialmente, en un pequeño alto en la marcha, pero nombrarnos por el homenaje a los que tanto amó, admiró y enalteció.

POR NUESTROS 30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS.

POR LOS HÉROES DE TRELEW.

POR TITO MESSIEZ.

CON SUSANA PRESENTE.

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS.

A las 18,30 horas: nos encontramos en el acceso a la Facultad de Humanidades, frente al lugar donde fue secuestrado Tito Messiez.

A las 19,30 horas: en el local de la UADH, San Martín 951, piso 5, oficina A, proyección del video NI OLVIDO NI PERDÓN, con el testimonio de los compañeros en el aeropuerto.