A raíz del conflicto que se está dando en la universidad, debemos remarcar hoy por sobre todas las cosas, la relación que el rector, los decanos, docentes y el conjunto de no docentes poseen con la empresa SISEG, relación tanto económica como política. Una vez puesta la postura ideológica de esta empresa que se enmarca en la política del conglomerado empresarial de la seguridad privada hecha en el anterior artículo, tenemos que seguir sosteniendo la expulsión de esta empresa en la facultad de humanidades y artes, y en todas las facultades de la UNR.

 Como se puede observar en la página (siseg.com), la empresa ofrece al cliente (Universidad Nacional de Rosario), “una amplia cobertura de servicios”, en las que se encuentra la parte de investigación. En este área sostiene que “tiene por finalidad efectuar todas las diligencias necesarias que permitan arribar a un resultado concreto y feliz, determinando a los autores de ilícitos y la recuperación de los bienes. Los mecanismos utilizados son: observaciones, interrogatorios, seguimientos, infiltraciones de nuestro personal y otros medios más efectivos”. Esta empresa de seguridad parece que tiene muy en claro los alcances que se siente capaz de cumplir, y aclaremos que no sólo es esta empresa, amparada por el poder político gubernamental que la habilita y de la universidad que lo contrata, pone a disposición la ideología y los medios empleados en el genocidio. Y sí es cierto, la universidad está parada porque quieren a toda costa que esta gente se quede cumpliendo este tipo de tareas, que informan, persiguen, e intimidan a estudiantes, docentes y militantes cumpliendo con el carácter represivo de inteligencia que en este caso de forma privada complementa las tareas de inteligencia del Estado y del personal no docente que de sobrada experiencia nos ha reprimido en todas las facetas antes mencionadas.

¿Cómo explicamos además la política del rector en este sentido? En sus comienzos cuando asumió, arregló cara a cara con Pérez Blanco (actualmente preso), quien tenía en aquel momento pedido de captura por la justicia federal por crímenes de lesa humanidad, acusado de armar listas negras en la dictadura y sindicado como uno de los mejores servicios de inteligencia del segundo cuerpo del ejército, junto con la no docente Ana Cristheler. Ahora el rector junto con los docentes de la franja morada, reunidos en una asamblea que más que democrática podríamos caracterizarla de fascista, reclaman seguridad al mejor estilo Blumberg, sosteniendo que la misma se garantiza profundizando la militarización de la sociedad, con el fin de atender al fantasma generado de la inseguridad en una facultad que ha podido estar a lo largo de los años libre de policías uniformados. Remarcamos que la única tarea que tiene esta empresa, es la de vigilar y controlar a toda la comunidad universitaria, son lisa y llanamente servicios de inteligencia, quienes reclaman su presencia no son otra cosa que fascistas.   

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