El escrache llegó a la casa del represor Amelong y su esposa

Con bombos, megáfonos y bombas de estruendo, la Unidad Antirrepresiva por los Derechos Humanos junto a otros organismos marcharon pasadas las 18 por las calles de esa zona de Fisherton, donde las enredaderas de las casas acomodadas se dan de bruces con los fondos de las barriadas populares, en la misma cuadra. La casa de los Amelong -con persianas bajas y puertas cerradas- ya estaba resguardada con vallas y presencia policial. Según explicó el jefe de la comisaría 17ª, Luis José Ceresetto, “ponemos el vallado para que los domicilios linderos tengan el menor problema posible, y la actividad (de los militantes) se desarrolle con normalidad”.
“Estamos parados a metros de la madriguera de una mujer que con su marido es copropietaria de un campo de exterminio, donde según las propias confesiones de otros despreciables como ellos, en una noche mataron quince prisioneros”, indicó Alicia Bernal, de la Unidad Antirrepresiva, durante la lectura de un documento firmado además por la Comisión de Escrache Rosario y otros grupos políticos. Sucede que los Amelong son dueños del campo donde funcionó el centro clandestino de detención ubicado en el kilómetro 24 de la autopista Rosario-Santa Fe, conocido como La Ribera o La Intermedia.
El documento también aludió a la reciente desaparición de Jorge López “cuyo valiente testimonio contribuyó a que se condene al verdugo Etchecolatz”, mientras que “los actos que organiza esta mujer y la apología del delito de desaparición de personas no se pueden interpretar menos que como una instigación y un apoyo al secuestro”. En los volantes que se repartieron entre los vecinos, además de la foto del teniente coronel, se veía a Isidori de Amelong acompañada por Cecilia Pando, esposa del mayor retirado Pedro Mercado que realiza operaciones mediáticas buscando la libertad de los militares encarcelados.
La pintada en la calle estuvo acompañada por una intervención estética de Fernando Traverso, que estampó sobres blancos sobre el asfalto utilizando esténciles. “Voy a empezar a pintar estos sobres en distintos lugares significativos. El marco lo da el lugar, porque un sobre en la puerta de la casa de un amigo significa afecto, pero en la puerta de la casa de un represor, significa que estamos buscando justicia y que estamos atentos a sus pasos”, indicó este artista plástico, que ya estampó unas 350 bicicletas en las paredes de la ciudad, en alusión a los desaparecidos durante la dictadura.Amelong fue procesado en junio de 2004 por varios hechos de secuestros y desapariciones ocurridas en la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu. El juez federal Omar Digerónimo lo responsabilizó por las desapariciones de Ariel Morandi, Susana Miranda e Hilda Cardozo, y por casos de la privación ilegítima de la libertad